CERAS VERTICALES PLAYAS ZARAUZ Y ONDARRETA

Las ondas tienen vaga armonía. Gustavo Adolfo Bécquer:
[...]
Así los barqueros pasaban cantando
la eterna canción
y a golpe de remo saltaba la espuma
y heríala el sol.
Te embarcas? gritaban, y yo sonriendo
les dije al pasar:
Yo ya me he embarcado, por secas que aún tengo
la ropa en la playa tendida a secar.

Dos rojas lenguas de fuego:
[...]
Dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata.
[...]

NECESITO NATURALEZA

"De la naturaleza de las cosas : poema en seis cantos" Lucrecio

Pero nada hay más grato que ser dueño

De los templos excelsos, guarnecidos

Por el saber tranquilo de los sabios, Y buscan el camino de la vida.

Vagabundos, debaten por nobleza,

Se disputan la palma del ingenio,

Y de noche y de día no sosiegan

Por oro amontonar y ser tiranos.

¡Oh míseros humanos pensamientos!

¡Oh pechos ciegos! ¡Entre qué tinieblas

Y a qué peligros exponéis la vida

Tan rápida, tan tenue! ¿Por ventura

No oís el grito de naturaleza,

Que alejando del cuerpo los dolores,

De grata sensación el alma cerca,

Librándola de miedo y de cuidado?

Desde donde puedas distinguir a otros

Y ver cómo confusos se extravían

Música: Deflag Haemorrhage/Haien Kontra

CERAS DE LA PLAYA DE ZARAUZ HORIZONTALES

Hija de la mar. Vicente Aleixandre:

Muchacha, corazón o sonrisa,
caliente nudo de presencia en el día,
irresponsable belleza que a sí misma se ignora,
ojos de azul radiante que estremece.

Tu inocencia como un mar en que vives
que pena a ti alcanzarte, tu sola isla aún intacta;
que pecho el tuyo, playa o arena amada
que escurre entre los dedos aún sin forma.

Generosa presencia la de una niña que amar,
derribado o tendido cuerpo o playa a una brisa,
a unos ojos templados que te miran,
oreando un desnudo dúcil a su tacto.

No mientas nunca, conserva siempre
tu inerte y armoniosa fiebre que no resiste,
playa o cuerpo dorado, muchacha que en la orilla
es siempre alguna concha que unas ondas dejaron.

Vive, vive como el mismo rumor de que has nacido;
escucha el son de tu madre imperiosa;
sé espuma que queda después de aquel amor,
después de que, agua o madre, la orilla se retira.


Música: Chavela Vargas

EVENTO EN TAMARISES-VERANO 2009

El éxito que tuvo la presentación de Prem Rawat en el carismático Tamarises de Getxo fué apoteósico.

La gente se quejaba de la brevedad del video y pedían toda clase de información.
Hasta tal extremo creció el interés, que dos personas se prestaron a organizar fiestas en sus propias casas con el propósito de pasar un DVD de Maharaji.

Es la primera vez que siento un interés tan directo por escuchar y saber más sobre el mensaje de Maharaji y sobre las experiencias individuales.

La mayoría de los invitados me conocen desde hace muchos años y han seguido mi trayectoria.
Han visto como siendo una toxicómana compulsiva he salido de la oscuridad y he entrado en la luz, he enderazado mi vida y ahora en vez de ir por la vida como un fantasma, voy con una sonrisa que me sale del corazón y de la dicha interior que Maharaji me proporciona.


Música: Estíbaliz, una chica navarra profesora de canto infantil, nos deleitó con su maravillosa voz hasta que la fiesta terminó en un baile.

BEATRIZ

Beatriz es el nombre de la mujer celebrada por el poeta medieval italiano Dante Alighieri en su obra La vida nueva y que también es uno de los principales personajes femeninos de la Divina Comedia. Aunque ha habido discusiones sobre la verdadera identidad de este personaje, la mayoría de los estudiosos coincide en que la musa de Dante fue la joven florentina Beatriz Portinari (1265-1290), a quien el poeta conoció desde la infancia y que casó en 1283 con Simón di Geri de Bardi. De todas formas, su identidad real no está aclarada. Tampoco parece tan relevante, pues vive principalmente en la literatura.


María Callas: Tu Che Di Gel Sei Cinta

A las parcas




Dadme un estío mas, oh poderosas
y un otoño, que avive mis canciones,

y así, mi corazón, del dulce juego

saciado, morir gustosamente.



El alma, que en el mundo vuestra ley

divina no gozó, pene en el Orco;

mas si la gracia que ambiciono logra

mi corazón, si vives, poesía,



sé bien venido, mundo de las sombras!

Feliz estoy, así no me acompañen

los sones de mi lira, pues por fin

como los dioses vivo, y mas no anhelo.

Friedrich Hölderlin